El latido de la música celta en la Argentina: El “bodhrán”


HABLAR DE MÚSICA
El latido de la música celta en la Argentina: El “bodhrán”
Por Elisa Boland

La música celta y en particular, la irlandesa, suena y resuena de una manera absolutamente
entrañable en los oídos y en todo el cuerpo de sus oyentes. El sonido se percibe hondo, casi visceral, y profundamente evocador de tradiciones.


instrumento musical  El “bodhrán”

Por eso, para hablar de uno de sus instrumentos más típicos, usamos una palabra como
latido.


imagen de la nota en el diario

Conversamos con Ferry O’Killian, ejecutante y constructor de bodhrán. Vive en Glew, nació en Buenos Aires en 1975.

En su familia no se cultivaban especialmente las tradiciones irlandesas, hasta que él se interesó y comenzó a recuperar a los ancestros a través de la música, del arte celta y del estudio del idioma gaélico.

Como músico, ha tocado desde 1996 en distintas bandas, Duir, Into the white, Cross and Shamrock y actualmente con Gustavo Fuentes Quinteto. Ferry O’Killian nos contaba que en gaélico “bodhrán”(que pronunciaríamos algo así como “borón”) es el aumentativo de bodhar que significa sordo, entonces, la traducción sería “sordón”.

Si tenemos que describirlo, diremos que es pariente del pandero. Existen instrumentos similares en otros lugares del mundo, como los que usan los chamanes de las tribus norteamericanas o en Oriente.

Es básicamente un aro de madera, en Irlanda de madera de haya, sobre el que se tensa el cuero de cabra.

Origen del instrumento

Su origen es remoto, “no se conoce exactamente cómo ni dónde surge, sino que hay varias versiones. La más antigua dice que era un ritual de los guerreros celtas que solían golpear sus escudos antes de entrar en batalla para acompañar a los gaiteros y ejecutantes de “bones” (instrumento construído con dos costillas que se ejecutan tocando una contra la otra, rítmicamente. Hoy armados con huesos de animal, pero solía decirse que eran “huesos de inglés”).

Otra versión, cuenta que deriva de una especie de tamizador de carbón, instrumento de trabajo que se cubría con cuero para hacer rítmo en un día festivo.” La particularidad del bodhrán irlandés es que se toca con una baqueta o palillo de madera (cipín) en posición vertical. Como todo instrumento puede usarse haciendo un solo de bodhrán, que al oyente lo remite a lo tribal.

La afinación

Nos explicaba Ferry que la forma tradicional de afinarlo es, si el cuero está muy tenso, humedecerlo con un paño húmedo, y si está muy flojo, calentarlo cerca de una fuente de calor. Para no depender de este tipo de sistema y corregir los efectos provocados por el clima o las luces del escenario, se inventó otro sistema que permite ajustar la tensión del aro mecánicamente y a voluntad. En algunos casos se usa un aro metálico como redoblante, pero le quita aspecto tradicional al instrumento.

Un sistema más simple es colocar dos cueros superpuestos, uno se mantiene tenso y el otro se humedece un poco y así adquiere el tono deseado. O’Killian usa un aro interno con un sistema de tornillos tipo Allen, que no le quita el aspecto tradicional exterior y regula la tensión del cuero desde adentro.

“Con la afinación se pretende lograr que no suene ni muy latoso, ni metálico, ni muy flojo. El sonido característico que aparece en las grabaciones es grave, seco, rugoso, y depende no sólo de los materiales sino de la técnica del “fraseo”, efecto logrado con la mano por detrás del parche. A través de esos fraseos se logra una percusión melódica, no sólo rítmica (como los instrumentos africanos o hindúes que usan el fraseo y la variación tonal, lo que permite al bodhrán acompañar esos tonos con la melodía que está acompañando. Actualmente se usa mucho esa técnica en Irlanda, incluso la forma de tocar es sincopada, simulando el efecto de la percusión africana, -dice O’Killian- quien además nos cuenta que esa técnica viene evolucionando desde los ’70 con  bodhroneros” como Johnny “Ringo” Mc Donagh del grupo De Dannan o Donald Lunny que produce y acompaña varias bandas de esa época. Otro notable es Kevin Konneff de The Chieftains, más efectista, porque graba sobre la grabación de tomas de bodhrán.”

Le preguntamos quiénes son ejecutantes del instrumento aquí en la Argentina y nos respondió que “entre los pioneros están Manuel Castro, Eliseo Mauas Pinto y Miguel Cormack, primeros en tocar y construir “bodhrones” y que además, fueron un referente para mí. Actualmente casi todas las bandas tienen ejecutantes, tanto hombres como mujeres, en bandas irlandesas y de la colectividad gallega. Inés Mouzo en The Sheppherd’s; Andy en Kells; María de los Ángeles Araujo de Dolavon; Patricia Mc Loughlinn en Jiggers o Fernando Vallés de Highland Gauchos.”

Vertical en Irlanda, horizontal en Galicia

Sobre las formas de ejecutarlo nos dice que hay “varias maneras según la región o el intérprete. Para Ferry la más común y versátil es tomar el cipín (baqueta de madera) como un lápiz entre los dedos y sacudirlo como si se batieran huevos contra el palmo del parche. Es un movimiento de antebrazo con la muñeca a 90º hacia adentro. Es el único tambor que se mueve para ser ejecutado y no se golpea contra él.

En Galicia, como lo incorporaron más recientemente a su música tradicional, lo ejecutan con la muñeca, porque tienen incorporada la ejecución de la pandereta, que golpea contra la mano. A la inversa de las demás percusiones, golpea el parche con un movimiento horizontal, distinto al irlandés que es vertical.”

Cómo se construye un bodhrán

“Al principio aprendí moldeando la madera, humedeciéndola y dándole forma con un molde caliente de metal. Hacía el aro manualmente superponiendo varias capas de madera terciada, ayudado con un aro también de madera. Más tarde me contactaron con la Casa Anconetani, fabricantes de acordeones, en Chacarita, quienes me proveen de los aros ya hechos y también de los cueros.

Los cueros de cabra se curan pasándole leche y miel o cera de abeja. Si bien son costosos y difíciles de conseguir, resultan de mejor calidad incluso que los originales de Irlanda. Los cipín los hago manualmente con una lima y con escofina.”

Los “bodhrones” que él construye para sí y algunos por pedido especial llevan decoración, tanto en el aro como en el cuero, con motivos celtas que él mismo realiza. Actualmente, el valor de un bodhrán ronda los $120.-

Finalmente, O’Killian nos contó que en Irlanda hacen un bautismo con Guinness, antes de inaugurar nuevo bodhrán.

¿Será por aquello de que nada mejor que la música y un brindis con amigos...?



Fue publicada en The Shouthern Cross. Buenos Aires, septiembre, 2002, p. 3