Postal Perona 4
Miro, como si pudiera mirar mientras recorro las veredas astilladas. Veo los cuerpos, hoy, invisibles. Cuerpos lastimados, cuerpos sin vida, desparramados en el asfalto del centro de la ciudad, como después de un terremoto premeditado. Ese día muchos ciudadanos desprevenidos transitaban como cada día por la zona de la Plaza de Mayo, rumbo al trabajo o a la escuela.
Mi padre nunca habló, no sé dónde estaba él ese día. Mi padre no contó la historia, la llevaba con él, la dejó suelta cuando se fue y la fuimos juntando de a poco, como atrapando telarañas o chocándolas porque no se ven en la oscuridad o por demasiada luz en los ojos y se pegan en la cara y molestan y se sacan pero algo queda.
La escena de la plaza bombardeada está ahí, todavía, flotando a la espera de una explicación, por necesidad absurda de violencia.
Casi como un sueño detenido o que se mueve muy brevemente en la memoria, pero ni siquiera quedan restos de humo y sangre para lograr empujar un poco hacia un rumbo más justo. Darle algún dinamismo, colocar la escena en el lugar y en el momento que corresponde a un antes y un después en la vida de muchos, de todo un país, aunque no todos se dieron cuenta. Ni siquiera los que lo celebraron.
16 de junio del ´55, descubro que el día y el mes coinciden con el Ulises de Joyce. La literatura y la historia me hacen presente la fecha. Coincidencia irlandesa.
¿Dónde estaba mi padre ese día?
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Lugar: Buenos Aires, Argentina
Coordenadas: 34° 36´30”S 38° 22´19”O
Blanco: Juan Domingo Perón
Fecha: 16 de junio de 1955 12:40-17:20
Armas: 30-34 aviones
Muertos: más de 308
Heridos: aproximadamente 800
Perpetradores: Militares, civiles y eclesiásticos antiperonistas
Motivación: Intento de Golpe de Estado y magnicidio contra el presidente Perón