Mirta Rosenberg


Mirta Rosenberg  (Rosario, 1951 - Buenos Aires, 2019)





¿SERÁ LA AUTOBIOGRAFÍA

el arrepentimiento del egoísmo? Iris Murdoch puso esa
Falleció la poeta Mirta Rosenberg | Perfil            pregunta en mi boca
de un personaje de sus novelas, yo la convertí en mi abismo.
           Según he descubierto,
lo vivido noche y día que la escritura pretende rescatar, la
           gramática que ordena
que una misma se ordene en su tic-tac, que entre en su reflejo
           y vaya más allá
–donde no hay signos conocidos, y cada gesto resabido,
           cada tropo,
ya no presta más servicio- deja en suspenso e egoísmo,
           desconcierta el vicio del yo, permite atisbar lo que no es
           yo, que ya no aterra. El egoísmo como equivocación,
como instrumento del ensayo y el error –más del error que
           del ensayo, porque lo hecho hecho está-, es el 
           motor, de mí y de la poesía. Mi egoísmo se llama Iris,
en honor a su descubridora, que lo sacó a la luz, detallado y
           entero,
en cada verso que yo escribía, y desde entonces me acompaña
           en cada ensayo
de arrepentimiento, a toda hora. A toda hora ensayo, y a
           toda hora Iris, fortalecida
 en mi obstinación, me ocupa como una palidez. Así es, al
           punto que ya no puedo distinguir el arrepentimiento
           del egoísmo del que querría arrepentirme, y no sé cual
           de los dos
me mantiene viva, y me cuesta decidirme. Ay, Iris, ¿y si
           vamos juntas
a zambullirnos en Leteo, sin arrepentirnos de nada al día
           siguiente? ¿No sería laxante para el deseo, y excelente
           para el sincretismo en mi poesía? ¿Y si nos enamoramos
           de nuevo, si resucitamos algún viejo amor que a lo
           mejor ni estuvo vivo porque fue puro egoísmo?
¿No mejoraría mi poesía, su intensidad? ¿No mejoraría? No,
           en verdad, sería lo mismo aunque peor. Se llenaría de
           adjetivos, de la furia de los sonidos. Se haría
enrarecida y mentirosa, y yo lamentaría tener que llegar a los
           setenta en ese estado pueril, llena de error y de terror a
           perder, febril, mi amor y mi escritura, que casi siempre
           fueron para mí, egoísta como soy, la sola y misma cosa.


LA CONSECUENCIA

Esto es un árbol. La raíz dice raíz,
rama cada rama, y en la copa
está la sala de recibo
de un mirlo que habla.

La mesa donde escribo
—una fiesta de solteras—
está hecha de madera de ese árbol
convertida por el uso y por el tiempo
en la palabra mesa.

Es porque da frutos que caen
y por el gremio perenne de sus hojas
que se renueva el árbol
y que existe la palabra árbol:

aunque a veces el bosque
lo oculte a la vista, lo contiene
el árbol en la palabra árbol.

Y no es que este sea un poema abstracto.
Es que las palabras  se repiten entre sí
por el sentido: son solteras y sociables
y de sus raíces crece un árbol.
 


 El árbol de palabras – Mirta Rosenberg – BAJO LA LUNA
En: El árbol de palabras; Obra reunida 1984-2018. Buenos Aires : Bajolaluna, 2018.